Es sabido que la canela es muy útil para atraer el dinero y aumentar su flujo. He leído por ahí, que su uso se remonta a tiempos antiguos con este y otros fines, como por ejemplo, atraer y aumentar el amor. También tiene usos medicinales muy interesantes, pero eso se lo dejamos a los especialistas en herbolaria de la salud. Entretanto, aquí, nos quedamos en lo esotérico y hoy te invito a preparar un maravilloso talismán que te ayudará a que los ingresos de dinero aumenten.
Es recomendable hacer este trabajo en la noche sin Luna o, a partir de allí, hasta la finalización del Cuarto Creciente.
Para realizar este talismán, necesitarás ingredientes muy sencillos:
- Canela en polvo o una rama en trocitos
- Una moneda (mayor valor)
- Una vela verde
- Un trozo de tela dorada
- Hilo o cinta fina color rojo
- Fósforos
Procedimiento:
Coloca un rectángulo de aprox 10x10cm sobre un plato. Justo en medio, coloca la moneda que escogiste y pega sobre ella la vela verde. Alrededor, espolvorea con canela formando un anillo.
Enciende la vela diciendo algo parecido a esta frase:
Repite esto tantas veces lo desees. Una vez se consuma la vela, cierra el paquete y átalo con el hilo rojo para colgarlo en la puerta de tu casa o negocio. Es aconsejable cambiarlo cada 3 o 6 meses, desechando el paquetito a los pies de un árbol frondoso.
Es recomendable hacer este trabajo en la noche sin Luna o, a partir de allí, hasta la finalización del Cuarto Creciente.
Para realizar este talismán, necesitarás ingredientes muy sencillos:

- Una moneda (mayor valor)
- Una vela verde
- Un trozo de tela dorada
- Hilo o cinta fina color rojo
- Fósforos
Procedimiento:

Enciende la vela diciendo algo parecido a esta frase:
Verde la esperanza
verde la naturaleza en abundancia
Fuego que enciendes la vida
concentra tu magnífico poder
haciendo que, en mi vida,
el dinero fluya y se multiplique.
Repite esto tantas veces lo desees. Una vez se consuma la vela, cierra el paquete y átalo con el hilo rojo para colgarlo en la puerta de tu casa o negocio. Es aconsejable cambiarlo cada 3 o 6 meses, desechando el paquetito a los pies de un árbol frondoso.
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